jueves, 1 de octubre de 2009

AMISTAD ... La enseñanza del Zorro al Principito. (comentada).


“El Principito se encontró con el zorro y quiso jugar con él.

_No puedo jugar contigo – dijo el zorro -. No estoy domesticado.

El principito le preguntó qué es eso de estar domesticado.

_Es una cosa demasiado olvidada – dijo el zorro -. Significa crear lazos.

_¿Crear lazos?

_Sí – dijo el zorro -. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...


”Esta es la lección del zorro: sel libres no significa hacer lo que queremos, asumir un compromiso y no cumplirlo, crear un lazo y destruirlo “ porque sí, porque hago lo que quiero”.El precio de la libertad implica una restricción de las libertades.


Entonces, si ser amigos es crear lazos, la amistad es una feliz dependencia entre nosotros. A través de la convivencia uno se domestica, se hace cercano al otro, y de ese modo el otro se vuelve necesario. Si no, el otro es uno entre muchos.


“ Mi vida es monótona. Cazo gallinas , los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero si me domesticas , mi vida se llenara de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. Los tuyos me llamarán fuera de la madriguera, como una música.


”Resulta evidente que ésta es una expresión totalmente original de la libertad. Ser amigos significa tener algo en común. Pero no es necesario tener los mismos gustos, amar la misma música, gustar de idénticos manjares. Eso es mera coincidencia.


Común es lo que construimos juntos, en nuestros lazos, en el mundo que no es mío ni tuyo, sino de los dos. Eso me liga a tí, ese hacernos entre nosotros. Crecer juntos. Entonces uno no hace lo que mejor le parece, sino que limita ese egoísmo del “tengo ganas” y lo cambia por “lo mejor para ti y para mí, para nosotros”.


Límites, limitarse dentro de los lazos y domesticarse unos a otros.


Claro que -sigue explicando el zorro., para domesticar, que es convivir, para construir algo en conjunto, se necesita tiempo.


“Sólo se conocen las cosa que se domestican -dijo el zorro-. Los hombre ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes de amigos, los hombres ya no tinen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!


El Principito está ansioso por tener un amigo, por domesticar, domesticarse, por limitar su libertad. Entonces, le pregunta al zorro cómo se hace. El zorro le enseña:


“Hay que ser muy paciente... Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos. Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca...”


No es hablando cómo se hacen amigos. No basta con sentir que me eres simpático. Debo hacerte, hacerme, debemos hacernos, amigos. Es un trabajo, es un mundo que, a medida que lo construimos , lo compartimos, y eso nos comunica. Los amigos se hacen, haciéndose próximo el uno del otro para trazarse un lazo, una relación, una reciproca dependencia.


Elegir una novia/o, elegir un amigo/a, elegir tener hijos, es elegir un lazo, una dependencia. Y, aunque pueda resultar contradictorio, no lo es. El sentimiento es libre. El enamoramiento es libre. Nadie puede dictarme qué emoción ha de cursar tu pecho. Pero cuando la pones en acción, cuando decides a partir de ahí establecer una relación, eliges el lazo, el límite, la dependencia. Inviertes en ello tu libertad.


Y dijo el zorro “He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”.


Que gran enseñanza que deja este texto, no solo en lo que a amistad respecta, sino que también es aplicable a la vida en pareja y creo yo que a la vida en común.


Leyendo esto una y otra vez llego a preguntarme si tenemos amigos, o bien hemos creado lazos de verdadera amistad, con todo lo que esa inmensa palabra representa.


Hoy día, que vivimos inmersos en un mundo tan impersonal, faltos de valores, donde todos creemos que la libertad pasa por hacer lo que se quiere sin ver las libertades de otros individuos, que difícil se nos hace el crear lazos, ya sea de amistad y/o de amor.


En la vida diaria no encerramos en círculos cerrados sin permitir ni permitirnos admitir a alguien mas, creo también que aceptar conocer a un nuevo ser humano, amigo potencial, si se quiere implicaría aceptar que nos domestiquen y eso no significa ceder para conocer, modificarnos en cierto aspecto y estamos cerrados totalmente a eso. Es por esos que últimamente son tan difíciles las relaciones interpersonales. Tenemos solamente lo que estamos dispuestos a brindar, una relación impersonal.


Estamos inmersos en la era informática con grandes redes sociales que no sabemos. o no queremos, aprovechar ya que aceptamos gente a la que por ahí no estamos dispuestos a conocer, mas aun, ni siquiera a interactuar.


Para pensar no??.


Por ultimo y como enseñanza que me dejo esto, en lo particular, estoy dispuesto a dejarme domesticar, se que me va a costar, se que no es fácil. Pero creo, tristemente, que no encontrare muchas personas dispuestas a domesticarme/domesticarse.


Espero les guste y les sirva. Saludos.


Esta nota cuenta con textos extraídos del libro “El Principito” de A. de Saint Exupéry, Ética para argentinos de J. Barylko y comentarios propios.

5 comentarios:

  1. Me ha gustado la interpretación y la enseñanza del zorro es el personaje más importante en el libro. Gracias por el blog.

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  2. ¿Qué aprende el zorro del principito? ¿Qué aprende el principito del zorro?

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  3. ¿Qué aprendizajes le deja el zorro?

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